Mi proyecto sobre las palmeras, "Palmarium", sin proponérmelo va generando otros proyectos paralelos, como el dedicado a las casas abandonadas de la extensa zona rural de Elche, "El tiempo deshabitado", o del paisaje de esta misma zona rural, "Un extraño paisaje familiar", y ahora éste dedicado a retratar la parte más fantasmagórica y mutante de los cactus, "Cactaceae", en especial de las chumberas. Lo más llamativo es que eso que yo veo (y compongo, precisamente, para que se vea) puede pasar que no lo vean los demás, si no que lo que vean sea otra cosa, o hasta nada, lo cual resultaría ser parte de su atractivo pues aunque todos tenemos ojos similares sería la mirada (el alma) la que matizaría, filtraría e interpretaría lo que pasa a través de ellos, o sea, un mundo interior descifrando, creativamente, el mundo exterior. Pero para mi es un juego, sino de sombras chinescas, algo parecido, buscar o dejarse sorprender, componer y dejar que el negativo se impregne.